La innovación es una de las tres formas en que una empresa puede renovarse. Las organizaciones deben renovarse para aumentar ingresos o márgenes, reducir costes, mejorar el servicio o alcanzar objetivos estratégicos.
Existen tres tipos de renovación empresarial:
Inventar: hacer algo completamente nuevo en el mundo.
Innovar: implementar algo que ya existe en el mundo, pero que es nuevo para la organización.
Mejorar: optimizar actividades que ya se realizan dentro de la organización.
La innovación suele estar relacionada con tendencias y tecnologías, pero en el fondo se trata de resolver problemas o desafíos reales del negocio. La verdadera dificultad muchas veces no está en la tecnología, sino en involucrar a las personas adecuadas, identificar el problema correcto, encontrar la mejor solución, desarrollarla adecuadamente e implementarla con éxito.
En el camino hacia la innovación exitosa hay muchos obstáculos. A veces las personas se enamoran de la solución en lugar de entender el problema. A veces, no se incluye a las personas adecuadas en el proceso. Otras veces, las soluciones son demasiado complejas o costosas en tiempo o dinero para ser implementadas.
Por eso es necesario contar con un proceso de innovación estructurado.
Este proceso ayuda a:
Definir en qué áreas centrarse con la innovación.
Involucrar a las personas, recopilar ideas y fomentar la colaboración.
Evaluar las ideas según criterios específicos del negocio y seleccionar las mejores para implementar.
Desarrollar paso a paso la idea, convertirla en concepto, y luego en un experimento o piloto.
Implementar el resultado dentro de la empresa para generar valor.
Medir la inversión y los resultados de la innovación.
Al final, la innovación también es un juego de números, como muchas otras partes del negocio. Hay que tomar decisiones inteligentes: qué ideas seguir, cuándo detener una innovación y cuándo apostar por ella. Pero lo más importante es construir un equipo que trabaje unido en mantener un motor de innovación eficaz y valioso que funcione de manera continua y aporte valor al negocio.
Un tonto con una herramienta sigue siendo un tonto. Los expertos saben que necesitan las herramientas adecuadas para hacer bien su trabajo.